El futuro del trabajo: oportunidades y desafíos en la era digital

La digitalización está transformando el mercado laboral y creando nuevas oportunidades, pero también plantea desafíos en términos de habilidades y empleo precario.


La ola de transformación digital y automatización que está barriendo los diferentes sectores empresariales también ha trastornado el lugar de trabajo y el mercado laboral en general. Aunque presenta desafíos como la intensificación del trabajo y el bienestar mental de los empleados, en su mayor parte ofrece nuevas oportunidades con un mayor crecimiento de la productividad, nuevos mercados laborales para aprovechar, un mejor equilibrio entre el trabajo y la vida personal y, posiblemente, salarios más altos.

La digitalización del mercado laboral

La digitalización del mercado laboral abarca una mezcla de ocupaciones, desde el comercio rápido y su fuerza laboral de entrega bajo demanda, hasta los “influencers” que ganan dinero con sus actividades en las redes sociales, así como los desarrolladores de software altamente capacitados que trabajan de forma remota. Sin embargo, como señala un informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), “los trabajadores digitales están distribuidos por todo el mundo con una organización asimétrica del trabajo. Los trabajadores digitales suelen ser jóvenes y hombres. Los niveles de habilidad de los trabajadores digitales son heterogéneos, aunque hay una mayor representación entre aquellos que tienen habilidades altamente desarrolladas. En general, la digitalización ha penetrado en casi todos los principales sectores económicos y ha cambiado la estructura del mercado laboral”. Como resultado, las formas no tradicionales de relaciones laborales, como el trabajo ocasional, están dominando.

La digitalización ha penetrado en casi todos los principales sectores económicos y ha cambiado la estructura del mercado laboral

Desafíos y preocupaciones

Los empleadores deben abordar las preocupaciones sobre las repercusiones en la calidad de los empleos. Por un lado, existe flexibilidad, pero esto viene acompañado de una gran cantidad de trabajo precario y no remunerado. Las investigaciones sugieren que el empleo digital puede aumentar la inclusión económica, pero también hay evidencia de formas explícitas o inexplicitas de discriminación basadas en la ubicación, la etnia, la religión y el género. Otro aspecto crítico es cómo la fuerza laboral en todos los sectores se está orientando hacia la tecnología. Como señala este informe, “JP Morgan sigue siendo una empresa de servicios financieros, pero ha crecido hasta tener más de 50,000 empleados en su organización de tecnología de la información (TI), al tiempo que reduce su personal bancario central a medida que se transforma en un banco digital y centrado en la tecnología. Su presupuesto anual de TI ahora supera los $11 mil millones, más que los ingresos anuales de varias empresas en el índice S&P 500 que comprende empresas con una gran capitalización de mercado”.

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