¿Los grandes innovadores son siempre el modelo a seguir? Veamos que podemos aprender de Google Glass.
Google Glass Primera Generación
En abril 2012 Google lanza un dispositivo “wearable”. Unas gafas que permiten grabar, proyectar, hablar y escuchar y todo conectado a Internet.
Se ofrece como una plataforma dirigida a clientes finales sobre la cual desarrolladores podrán crear todo tipo de aplicaciones y servicios.
El potencial es ilimitado: Fotos o vídeo con voz, consultar el tiempo, la hora, la agenda, cualquier búsqueda, mapas en el campo visual, realidad aumentada, juegos, videollamadas en cualquier sitio, notificaciones, lista de la compra, tomar notas, …
Los partners desarrolladores, viendo el potencial de la nueva plataforma, empiezan a crear apps para Google Glass. El dispositivo tiene un coste para ellos de $1500 y las empresas invierten importante tiempo y dinero para ser las primeras en aprovechar el potencial de esta nueva plataforma.
Y entonces empiezan las críticas
- Pobre diseño
- Preocupación por la privacidad
- Precio excesivo
- Experiencia terrible
- No resuelve ninguna necesidad real
Google inicialmente retrasa el lanzamiento comercial del producto y finalmente reacciona a las críticas poniendo fin al programa en enero de 2015.
Lecciones aprendidas de la primera generación de Google Glass
Nunca hay garantías
Las técnicas, las mejores prácticas, la cultura de innovación reducen el riesgo a que la innovación falle. Pero nunca lo evitan completamente.
El tiempo y el dinero no lo son todo
Hay intangibles, como la reputación, que también están en juego al introducir novedades. Hay que evaluarlos cuidadosamente.
Google Glass Enterprise Edition 2
En mayo 2019 Google lanza una nueva versión de Google Glass dirigida al entorno empresarial.
El nuevo dispositivo incluye toda una serie de mejoras:
- Procesador mejorado
- Nuevo motor de Inteligencia Artificial
- Mejor cámara
- Carga más rápida
- Mayor duración de batería
- Precio reducido a $999
Google evoluciona sobre lo aprendido y crea un producto similar pero, en este caso, dirigido a un nuevo nicho distinto del consumidor final.