La transformación digital exitosa requiere un cambio cultural y la participación activa de los empleados.
Las empresas de tecnología han ayudado durante mucho tiempo a sus clientes a digitalizar sus negocios y adoptar herramientas modernas, pero la pandemia sirvió como una llamada de atención para muchas empresas que no habían priorizado suficientemente estos esfuerzos. Cuando la transformación digital tiene éxito, el resultado tiende a ser el mismo sin importar la empresa: una organización conectada y productiva que aprovecha la tecnología avanzada para alcanzar sus objetivos y lograr un éxito duradero. Por otro lado, una transformación digital fallida puede tener consecuencias como empleados insatisfechos, productividad disminuida, procesos ineficientes, pérdida de negocios o una ventaja competitiva debilitada.
La gestión del cambio es el núcleo de la transformación digital
Las personas son el corazón de cualquier organización; el éxito de un esfuerzo de transformación digital recae completamente en los hombros del equipo. Más allá de adquirir una licencia de Slack y adoptar el almacenamiento de archivos en la nube, la transformación digital requiere un cambio cultural integral. Los líderes tecnológicos deben guiar a sus equipos a lo largo de todo el proceso de transformación, ayudarles a familiarizarse con las nuevas herramientas y explicar por qué el resultado final valdrá la pena cualquier dificultad a corto plazo. Este entrenamiento incluye tanto capacitación formal como informal sobre nuevos software y procesos, especialmente aquellos que se utilizarán con mayor frecuencia. Sin esta asistencia práctica, los líderes empresariales no verán los resultados de productividad y eficiencia que esperarían de una iniciativa de digitalización.
En mi experiencia, las empresas con más éxito en la transformación digital son aquellas que designan miembros del personal dedicados al proceso de gestión del cambio. Estos colaboradores son los primeros en aprender sobre nuevas herramientas y tecnología; dominan todos los nuevos procesos y flujos de trabajo y se convierten en recursos dedicados que están ahí para el largo plazo. Si se contratan internamente, estos “gerentes de cambio” también aportarán beneficios interpersonales, ya que ya están familiarizados con la empresa, sus equipos y su cultura. Para los miembros del equipo que pueden sentirse abrumados por el cambio tecnológico, puede ser útil tener una cara conocida que los guíe en el camino.
Los empleados reentrenados no se sentirán rezagados
La mayoría de las transformaciones digitales implican la automatización de procesos manuales, lo que a su vez conlleva un cambio en las responsabilidades de algunos empleados. Los líderes deben trabajar en estrecha colaboración con los empleados que puedan verse afectados por estos cambios para ayudarles a comprender cómo pueden cambiar sus roles. Se deben asignar tiempo y recursos para mejorar las habilidades según sea necesario. Con un cambio organizacional importante ya en marcha, lo último que las empresas necesitan es una salida masiva de empleados que ya no se sienten valorados o apreciados. Preservar el conocimiento institucional, el talento y el apoyo es crucial durante cualquier transformación digital.
