Descubre cómo integrar el pensamiento de diseño en tu flujo de trabajo y crear soluciones innovadoras centradas en el usuario.
Recuerda pensar ‘fuera de la caja’
El pensamiento de diseño es ‘desde afuera hacia adentro’ y desde la perspectiva del usuario: ¿qué problemas podemos resolver? La mayoría de las personas cometen el error de hacer solo lo último y terminan construyendo cosas que los usuarios no quieren. Deja que el pensamiento de diseño guíe la ideación de tu producto.
Crea un ambiente de investigación
Crear un ambiente de investigación es necesario si quieres integrar el pensamiento de diseño en el flujo de trabajo de tu equipo. Anima a tu equipo a examinar las necesidades de los usuarios con el mismo rigor que los expertos en investigación. Además, invita a los usuarios a ser contribuyentes importantes en el proceso de innovación. La curiosidad es la motivación detrás de esta estrategia, lo que eleva los desarrollos tecnológicos y da forma al camino hacia el éxito.
Realiza ejercicios de calentamiento antes de la lluvia de ideas
Antes de utilizar herramientas de ideación, como la lluvia de ideas, durante la fase de investigación o prototipado, realiza un ejercicio de calentamiento con el equipo (por ejemplo, el ejercicio de usos alternativos) para estimular la creatividad. Abordar estos momentos creativos sin preparación previa puede hacer que el equipo tarde más en acceder a sus habilidades creativas y al estado mental adecuado para que las ideas fluyan fácilmente.
Comprende los desafíos de tus clientes
¡El punto de partida absoluto es la empatía! Comprender verdaderamente los desafíos de tus clientes ayudará al equipo a dar forma a soluciones para esos desafíos y pivotar a medida que los desafíos de los clientes cambien, y proporcionará una sinergia duradera con tu cliente. Comprende que tu cliente puede no conocer todos sus desafíos; la empatía te ayudará a descubrirlos.
Tómate el tiempo para aclarar el problema
Al comienzo de los procesos del equipo, vale la pena dedicar tiempo adicional para aclarar qué problema estás tratando de resolver. En un espacio técnico, los obstáculos a veces distraen del objetivo principal hacia el que estás trabajando, por lo que es importante mantener tus objetivos centrados en los principales desafíos y metas en cuestión.
Prueba un ejercicio de pensamiento de diseño inverso
En lugar de comenzar con el problema, comienza con la solución o la experiencia de usuario ideal. Pide a tu equipo que imagine el resultado final perfecto y trabaje hacia atrás para identificar los pasos necesarios para lograrlo. Este enfoque inverso puede generar soluciones innovadoras y romper con el pensamiento convencional centrado en el problema.
Incluye a los usuarios finales en el equipo
Incluir a algunas personas que vivirán con lo que se diseñe es esencial para tener un conocimiento experiencial directo de los desafíos, obstáculos reales y mejores oportunidades tempranas en las sesiones de diseño, ya sea que el equipo esté reingenierizando, defendiendo o evaluando el diseño. Luego, crea un prototipo y demuestra que funciona.
Facilita la creatividad y la colaboración interfuncional
Ayuda a estimular el pensamiento de diseño reservando tiempo dedicado a la resolución creativa de problemas e invitando a colaboradores interfuncionales a la mesa. Traer una perspectiva externa puede hacer que un problema antiguo parezca nuevo y animar a todos a cuestionar el statu quo.
Incorpora el ‘juego’ en las sesiones
¡Promueve el ‘juego’ en tus sesiones de pensamiento de diseño! El mundo de la tecnología a menudo se vuelve demasiado serio. Sin embargo, fomentar actividades lúdicas puede llevar a soluciones no convencionales y romper con las ideas preconcebidas. Incorpora juegos, juguetes o incluso sesiones artísticas para estimular la creatividad. Es sorprendente cuántos avances pueden surgir de un momento de diversión y ligereza.
Fomenta la empatía
Para un líder tecnológico ansioso por integrar el pensamiento de diseño, fomentar la empatía es clave. Fomenta la comprensión de las necesidades de los usuarios, prioriza la comunicación abierta y empodera a los miembros del equipo para que contribuyan con ideas. Este enfoque centrado en el usuario impulsa la innovación y produce soluciones tecnológicas amigables para el usuario.