El legado invisible y los orígenes complejos del brainstorming

Descubre la historia poco conocida del brainstorming y cómo su aplicación incorrecta puede llevar a resultados desastrosos. Aprende cómo el brainstorming y otras metodologías de innovación están conectadas y cómo pueden mejorar la capacidad de pensamiento creativo de las personas.


El brainstorming tiene una mala reputación. Es un proceso anticuado, insuficientemente estructurado y sobrevalorado que solo utilizan personas que no entienden la facilitación real. Así es como se ve el brainstorming hoy en día. Pero esta también fue su reputación casi inmediatamente después de su introducción en Estados Unidos en 1953.

El inventor del brainstorming

Alex Osborn, pionero en el mundo de las metodologías de pensamiento creativo, describió la aplicación, reputación y limitaciones del brainstorming con desprecio: “A principios de los años 50, el brainstorming se volvió demasiado popular demasiado rápido, lo que resultó en su uso incorrecto. Muchas personas lo adoptaron como una panacea y lo rechazaron cuando no se produjeron milagros”.

Osborn inventó el brainstorming y fue la metodología de pensamiento creativo más famosa que surgió en Estados Unidos en los años 50. Aunque el nombre se desvaneció con el tiempo, el método no lo hizo. Las bases del proceso de Osborn, que originalmente inventó en un intento desesperado por salvar su agencia de publicidad en declive, también son las bases del design thinking, el double diamond y otras metodologías de innovación que utilizamos hoy en día.

El origen del brainstorming

El brainstorming, tal como lo conocemos ahora, es solo el primer paso de tres en el proceso original. El segundo paso es dejar que las ideas se asienten (preferiblemente durante la noche, según Osborn) y el tercero es clasificar y priorizar las ideas con el objetivo de encontrar una o dos que puedan resolver el problema en cuestión.

El brainstorming es el primer paso de tres en el proceso original

Los diseñadores reconocerán este proceso, ya que refleja el que utilizamos todo el tiempo. La fase de generación de ideas utiliza la divergencia y la fase de priorización utiliza la convergencia, de la misma manera que lo hace el double diamond. Las dos actividades principales del brainstorming no solo están alineadas con el proceso del double diamond, sino que también comparten la misma raíz.

El papel de JP Guilford

Osborn nunca afirmó haber inventado los términos “diverge” y “converge”. Atribuye esa idea a otro hombre: el psicólogo JP Guilford. Guilford fue un visionario que, en 1950, predijo que la revolución tecnológica haría que el pensamiento creativo fuera crucial para la inteligencia y el liderazgo.

Guilford desarrolló pruebas de creatividad para la Fuerza Aérea de Estados Unidos durante la Segunda Guerra Mundial. Estas pruebas tuvieron mucho éxito, pero Guilford ya sabía lo que no funcionaría, gracias a los fracasos de los tests de inteligencia.

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