Si la necesidad es la madre de la invención, cabe esperar que la sostenibilidad genere una nueva era de innovación. Aunque muchas organizaciones de todos los sectores ya han empezado a desarrollar soluciones innovadoras para un futuro sostenible, existe una necesidad generalizada de acelerar la innovación, y es posible que las organizaciones tengan que intensificar sus compromisos, recursos y prácticas de innovación para desempeñar su papel.
Estamos en un punto de inflexión con la degradación del medio ambiente y las desigualdades sociales, como señala el Foro Económico Mundial (FEM) en su último Informe de Riesgos Globales 2021. Una evaluación más reciente del Reino Unido muestra que la brecha entre el nivel de riesgo al que nos enfrentamos y el nivel de adaptación en curso ha aumentado. Además, la pandemia puso de manifiesto los problemas de fragilidad y resistencia asociados a nuestro sistema alimentario, y amplió la necesidad de seguir apoyando la investigación y el desarrollo agrícolas.
En el New York Times de este año, Christopher Flavelle explica: “Cuando el clima extremo dejó sin electricidad y agua a Texas, representó una profunda advertencia para el resto del país. Las infraestructuras vitales de la nación siguen sin estar preparadas para los impactos del cambio climático”. Lo que está en juego: Todo lo que sustenta la vida moderna, incluidas las carreteras y los ferrocarriles, las presas, los sistemas de agua potable y alcantarillado, las centrales eléctricas, los vertederos industriales e incluso nuestros hogares”.
En una declaración conjunta a principios de este mes, 457 inversores que controlan 41 billones de dólares en activos señalaron que quieren que los gobiernos “refuercen significativamente” los planes de reducción de las emisiones de carbono en la próxima década y alcancen objetivos detallados de emisiones para lograr las emisiones netas cero en 2050, informó The Guardian.
El papel de las empresas en la realización de acciones escalables para la reducción de residuos es profundo. La mayoría de los 300 ejecutivos de nivel C que participaron en una reciente encuesta de Dow consideran que (las estrategias para una economía circular) son imperativas, y afirman que el reciclaje (71%) y la reducción de residuos (68%) han tenido una influencia “sustancial” o “muy grande” en la dirección estratégica de su organización en los últimos dos años.
Aunque muchas organizaciones se han inclinado por demostrar esfuerzos para mitigar estos riesgos, no es suficiente y el ritmo de actuación es demasiado lento. Por ejemplo, según el análisis colectivo de 41 científicos, los objetivos de emisiones netas nulas “varias décadas en el futuro desvían nuestra atención de las reducciones de emisiones inmediatas y sin precedentes que se necesitan”. Los impactos de la crisis climática son cada vez más graves, en todas partes. Estamos experimentando olas de calor, inundaciones, sequías, incendios forestales y aumento del nivel del mar como resultado del calentamiento global”.
Del mismo modo, el director general de NextEra, Jim Robo, cree que los objetivos de cero emisiones netas son “poco sinceros“, al afirmar en una reciente conferencia: “Pero la realidad es que la tecnología de captura de carbono no funciona y no se va a conseguir un pequeño reactor mágico que sea lo suficientemente barato”.
En un informe provisional de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC), el Secretario General António Guterres declaró una “alerta roja” para el planeta diciendo que 2021 es un “año decisivo” para hacer frente a la emergencia climática. “La ciencia es clara: para limitar el aumento de la temperatura global a 1,5 grados centígrados, debemos reducir las emisiones globales en un 45% para 2030, respecto a los niveles de 2010”, subrayó.
Virginie Helias, Directora de Sostenibilidad de Procter & Gamble, afirma: “Para lograr un progreso significativo en esta década crucial, debemos situar la innovación en el centro de la solución de los retos planetarios. Empresas como Procter & Gamble pueden desempeñar un papel crucial en la aceleración de tecnologías que no sólo protejan el planeta, sino que lo regeneren”.
Para ser claros, no se trata sólo de una preocupación medioambiental. La afluencia, el consumo excesivo y otras cuestiones sociales se citan a menudo como problemas sistémicos clave que desafían un futuro sostenible.